POR UN VOTO CONSTITUCIONALISTA SIN ENGAÑOS

EUROPA, NUESTRA ESPERANZA

 

La construcción europea ha costado mucho esfuerzo a los ciudadanos de los países que  formamos la UE y España ha sido uno de los que más se ha volcado para consolidar ese marco  de libertades. Las elecciones al Parlamento Europeo constituyen un hito de primer orden en el  contexto actual. Más del 80% de la legislación que se aplica en España es de origen europeo. 

 

Las instituciones europeas han sido indispensables en los años de dificultades que hemos  vivido. Desde la lucha política contra los nacionalismos que han querido socavar nuestro orden  constitucional hasta los mecanismos de solidaridad desplegados durante la pandemia del  COVID, sin olvidar los fondos Next Generation o la vigilancia de las instituciones comunitarias  en aspectos tan delicados como la Ley de amnistía y el respeto al Estado de Derecho. 

 

LA SOCIEDAD CIVIL, A ESCENA 

 

Hay que recordar, en este momento, el importante papel de la sociedad civil, que ha tenido  que recurrir a las instituciones europeas como garantes de nuestra libertad. 

 

Recordemos el prácticamente millón de firmas de las campañas ‘Save spanish rule of law’  contra el deterioro del Estado de Derecho perpetrado desde nuestros gobiernos en los últimos  años. O la participación activa de ciudadanos constitucionalistas en diversas comisiones del  Parlamento Europeo (de Asuntos Constitucionales, LIBE o Peticiones). O cómo se hicieron  llegar a la Comisión Europea numerosos informes, estudios y documentos para que conocieran  de primera mano la degradación institucional en España, en el marco de su informe sobre el  Estado de Derecho. Sin olvidar la participación activa de nuestra sociedad civil en la  Conferencia sobre el Futuro de Europa y en la preparación del proyecto de Estatuto de  Ciudadanía Europea. Ni la visita de la Comisión de Peticiones a Cataluña para constatar in situ  las discriminaciones lingüísticas en la enseñanza, o la entrevista con la Comisión de Venecia  acerca de las garantías del Estado de Derecho. Y la defensa de jueces, fiscales y otras  profesiones jurídicas frente a intromisiones políticas. Nada de ello hubiera sido posible sin la  movilización de la sociedad civil. 

 

Además, en los últimos meses, ha habido un aluvión de actividades realizadas, en Bruselas, en  otros países de la UE y en la propia España, para que se escuchara el clamor de la mayoría de  la sociedad española que solo quiere que se respete la Constitución y no se elaboren leyes,  como la de amnistía, negada por sus promotores hasta que se necesitaron 7 votos para la  investidura y adoptada para exonerar a políticos que cometieron delitos. 

 

LA RESPUESTA, NUESTRO VOTO 

 

En estas elecciones tenemos que dar respuestas a los grandes desafíos que enfrentamos no  sólo en el ámbito interno, sino también internacional. La guerra en Ucrania o en Israel no  pueden abordarse desde políticas partidistas sino que debe imponerse una respuesta europea  que encauce estos conflictos. Europa no puede involucionar para ser una mera coordinación 

 

económica, sino que debe avanzar hacia una Europa más política y más involucrada en la  defensa de los valores inscritos en los Tratados. Eso es lo que solicitó masivamente la  ciudadanía en la Conferencia sobre el futuro de Europa. 

 

Por eso es tan importante decidir a quién se vota. ¿A los que frenan el desarrollo europeo o a  quienes lo impulsan? ¿A los que levantan muros ideológicos guerracivilistas o a quienes  quieren mantener los principios democráticos también en el ámbito europeo? ¿A los que  establecen alianzas con los nacionalismos que pretenden socavar los cimientos europeos? ¿A  los que nos relegan a ser comparsas de los populismos bolivarianos o reciben felicitaciones de  Hamas y los talibanes? 

 

El voto, además de ser libre, ha de ser informado y consciente. La ciudadanía europea exige  rigor en los planteamientos políticos y claridad en su transmisión informativa. Si, en un  manifiesto anterior solicitábamos un “voto sin engaños”, volvemos a pedirlo ahora, en el  contexto de las elecciones europeas del 9 de junio. Queremos contribuir a edificar Europa. El  proyecto europeo es nuestra salvaguardia. Encomendémoslo a quienes pueden ser capaces de  ponerlo en práctica, nos defiendan cuando deben hacerlo y aporten a Europa un bagaje  demostrado con sus actos. 

 

Teresa Freixes, Nicolás Redondo, Miriam Tey, Sergio Fidalgo y Joaquín Villanueva 

 

El 4 de junio, a las 19:00, los promotores del manifiesto (Teresa Freixes, Nicolás Redondo,  Miriam Tey, Sergio Fidalgo y Joaquín Villanueva) lo presentarán en Madrid para incitar al voto  constitucionalista en las próximas elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio. El acto, que  será presentado por Jon Juaristi, tendrá lugar en el Club Financiero Génova (Marqués de la  Ensenada, 14). Entrada libre hasta completar el aforo.